Apenas habían pasado unas pocas horas desde el primer “felicidades”
del día. Era un 16 de abril del año 2003. Ese día está guardado en mi memoria,
imborrable… ese día me enamoraría por primera vez.
Martín, uno de mis hermanos, gritaba al llegar que sintonice
la radio en un dial que no reconocía, así lo hice. 102.5 de la FM… La música
adornaba la siesta de aquella jornada con suaves melodías en tono romántico,
como preparando el ambiente para lo que iniciaría ese día.
De repente la música se detuvo. Yo, perdido ya en un
colorido pentagrama de dulces notas, me encuentro con un silencio poco común
que de pronto, sin esperarlo, se convierte en una embriagante y seductora voz
que me decía: “Feliz cumpleaños Ariel, son nuestros deseos para ti. Te
esperamos por la radio cuando puedas”.
Emoción brotando a borbotones por cada uno de mis poros… ese
momento fue, y de hecho hasta hoy es, inexplicable.
Martín, sonriendo, me invitaba a acompañarlo a la radio
desde donde me habían enviado el saludo. Extrañado pero con mucha emoción, lo
seguí. Tras unos cuantos metros de gritos silenciosos, llego a un lugar por el
que siempre pasé desconociendo lo que adentro se estaba formando. Una radio
comunitaria… un medio de comunicación popular ubicado a pocas calles de mi
casa.
Grata fue la sorpresa cuando me invitaron a formar parte de
aquel nuevo proyecto naciente. Quizás, el mejor regalo de cumpleaños que haya
tenido en mi vida.
Y así fue… me enamoré.
Hoy, a 9 años de haberla conocido, la radio y yo seguimos
con este mágico romance… un romance que nos hacer amar la música en todas sus
formas, un romance que me hace grande… un romance en donde los problemas se
solucionan de la manera más simple: HABLANDO.