¡Hola amor mío!
No sé que me lleva a escribirte si te tengo a cada instante conmigo... tal vez haya cosas que debo decirte y quizás no tengo fuerzas para decírtelas de frente, pues estoy seguro que me derramaría en llanto, y sé que no te gusta verme llorar... es difícil empezar, duele tan sólo pensarlo...
Tengo advertido nuestro final y eso me está matando cada día un poquito más, quiero que entiendas que cuando te digo "mi vida" no son sólo dos palabras, siento que eres como ese "algo" que me mantiene vivo, como la sangre que llevo en mis venas y los latidos que mi corazón emite... no creas que no he pensado, he querido incluso terminar con esto ¡ya!, así tal vez no me cueste tanto olvidarte... pero ni siquiera puedo intentarlo porque me desplomo y entonces vuelvo a pensar y a pensar, allí acostado en mi cama y empapado en lágrimas y al final he decidido quedarme junto a ti, aprovechando el amor que me das, hasta cuando Dios así lo quiera, o hasta cuando llegue la hora de tu partida.
No sé por qué la vida nos muestra un hermoso rostro al principio y luego nos va degollando poquito a poco para al final dejarnos casi muertos en vida, y sé que no sólo a mí me duele, porque sé que también me amas, mas tú no piensas en ello, pero yo no puedo olvidarlo ni siquiera por las noches cuando duermo, en mis sueños estás allí... Hasta te he visto abrazarte y besarte con otro mientras yo te miro de algún lado.
No creas que es fácil escaparse de las trampas, engaños y artimañas de la mente... no, no es nada fácil... el consuelo es, que cuando me duermo, estás allí, a mi lado, acostada allí, sin imaginar lo que estoy viviendo… y cuando llega el día intento hacer como si nada a pasado, intento sonreír e imagino ser feliz.
Así son mis días últimamente mi amor, y ¿sabes?, siento que cada día te amo más y más, aunque después me cueste mas olvidarte.
Eso es todo mi vida, no olvides que te amo y que siempre te amaré
