El milagro del agua y el jabón.

Si... y es que son milagrosos ambos inventos...

El jabón que te acaricia produciendo la envidia de muchos (me incluyo), y el agua, creación divina que purifica cada poro de tu hermosa piel...

Y nuevamente la envidia!!! La envidia de saber que nunca... O quizás si... NO... Nunca... nunca podré sentirte en mis manos, en mis labios, en mi piel...

Pero que importa, yo también tengo agua y jabón... Y soñaré que son tus manos las que me rozan... Que es tu voz la que me baña con su pureza y calidez...

Repito, el milagro del agua y el jabón... De que servirían ambos sin ti, sin tu belleza, sin tu sonrisa??? De nada... De nada sirven...

Con agua y jabón, hagamos el milagro... Purifiquemos nuestros cuerpos... Nuestras almas... Purifiquemos nuestro ser en un abrazo eterno... Y para que siga siendo un milagro: Empapemos nuestro amor con el agua y el jabón, dos milagros gracias a vos…