La lluvia y el viento NO me llaman amigo!!!

Lluvias, vientos extremadamente fríos, raudales, grandes objetos volando por los aires, asombro y miedo... Un tornado sobre Asunción ya fue captado por la cámara de un videoaficionado. Y el panorama no corresponde a un fenómeno aislado de hace unos años, hechos de tal magnitud serán una constante, al menos así lo afirman pronosticadores de la Dirección de Meteorología e Hidrología refugiados en sus oficinas ubicadas detrás de, lo que conocemos como, el Palacio de Justicia... Yo dudo que lo sea... pero eso es otro cuento.

La pregunta es ¿Porqué estamos siendo castigados con esas corrientes, casi huracanadas hace unos años, gélidas en estos días, temperaturas tan bajas que incluso ya se han cobrado vidas? La respuesta es simple y única: "La Naturaleza se está vengando" (suena a película no? pero es así) se a cansado de que sus bosques sean reforestados, se hartó de filtrar tantos agroquímicos, ya no soportó el humo negro de tantas industrias y de los millones y millones de vehículos que cosquillean sus espaldas, no aguantó que el agua que corre por sus venas se llene de basuras y petróleo...







Se cansó, perdío la paciencia y castiga a sus agresores: Nosotros!!!

El cambio climático, consecuencia del efecto invernadero (o del calentamiento global... ni los científicos lo saben bien, entonces yo mucho menos), es una realidad y, al igual que en el resto del mundo, en el Paraguay, también lo estamos viviendo.

Debemos estar preparados, listos para tomar precauciones o medidas paliativas... no salir de nuestras casas cuando el viento es muy fuerte y frío, no cruzar las calles convertidas en ríos tras las precipitaciones, abrigarse bien si sale muy temprano en la mañana o muy tarde en la noche, alimentarnos sanamente produciendo anticuerpos y vitaminas que refuercen nuestro sistema inmunológico... son solo algunas propuestas que sirven para resguardar la integridad física en la mayoría de los casos.

No podemos vivir aislados, ni darnos el lujo de quedarnos en nuestros hogares ante tantos alertas meteorológicos, de heladas o inclusive de calor. Las cosas hay que tomarlas en serio y abordar el problema antes de que sea demasiado tarde.

Fuertes campañas de reforestación y concienciación podrían ayudar en gran medida... pero para aquellos seres inescrupulosos que no respetan las legislaciones ambientales, las sanciones deben ser fuertes y la ley debe caer con todo su peso sobre ellos, antes que el cielo caiga sobre nuestras cabezas.