Salud en Terapia Intensiva

El crecimiento y desarrollo de una Nación dependen, en gran medida, de la salud de su gente, la cual si bien en teoría es gratuita y abarcativa para todos los sectores de la sociedad, en la práctica, todavía no deja de ser una utopía.

Se han registrado avances, aún así, la tarea pendiente es extensa. La prevención y la asistencia médica deben registrarse a lo largo y ancho del territorio nacional, y para ello, las políticas públicas deben ser una realidad. La tarea no será fácil, debido a la complejidad de la situación caracterizada por la desidia y corrupción que la han marcado profúndamente con el tráfico de medicamentos, una atención deshumanizada y los cargos prebendarios al personal de blanco, administrativo y a otros tantos operadores políticos que cumplían el rol de planilleros, legado de gobiernos poco altruistas.

Hoy, el panorama parece ser distinto. Se vislumbra una luz de esperanza en un mayoritario sector de la población. La clase trabajadora y las personas de escasos recursos económicos, miran con buenos ojos algunos cambios en la salud pública. La atención médica gratuita, sin aranceles para consultas externas y la liberación de pagos en estudios específicos, han posibilitado, en los últimos meses, que muchas más personas puedan recibir un trato digno en el área.

Las zonas rurales siempre han sufrido la ausencia del personal de blanco capacitado... ni hablemos de la Región Occidental. El Chaco, a pesar de su gran extensión territorial, ha sido siempre una región olvidada con una población excluida de todo trato digno y humanitario en sus más básicos servicios.

La Región Oriental también tiene sus graves problemas sanitarios. Algunos agudizados a tal punto que se han convertido en bandera de lucha de los campesinos. El uso indiscriminado de agroquímicos, utilizados frecuentemente en extensas plantaciones de soja, siguen ocasionando severos daños a la salud de la población aledaña a los monocultivos.

Por el momento, y a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos meses en el país, la salud sigue siendo una deuda pendiente. Por eso, desde las nuevas generaciones debemos asumir el compromiso de acompañar las campañas de salud que permitan visualizarla como un derecho indiscutible de todos y todas!!!